MUJERES AL BORDE DE UN ATAQUE DE CERDOS

Ni son todos los que están ni están todos los que son. Lo cierto es que me resulta patético a la par que gracioso, una mezcla de sensaciones que jamás me gustaría inspirar a nadie. Recuerdo la última vez que el baboso de turno me llamó " muñeca". Es como uno de esos momentos anuncio argentino, con ese humor absolutamente devastador e irónico. Imaginad al Pajares protagonizando el spot de " Martini", él, que se siente todo un "man", un clásico de los clásicos, te mira con esa carita de chulo piscinas convencido que es lo más "cool" que has podido ver en tu vida y bajo esa mirada sibilina que se atisba tras los cristales oscuros de unas " Ray- Vann" que no " Ray- Ban" desliza su dedo pulgar por sus labios. Y entonces es cuando tu te manifiestas. Es ahi cuando le ofreces un palillo porque las almendritas que se tomò con la ultima cañita dejaron huella en sus encias. Por otra parte es importante destacar que la almendrita o cualquier inquilino de diversa índole asentado en los dientes se le conoce tambien como el " paluego", roza lo grosero, pero más de un cerdete veterano lo guarda a buen recaudo por si hay momentos en los que el estómago pide. Asqueroso, si, pero.. ¿ quien no ha estado conversando con puercosman con infinidad de " paluegos" en su boca?. Por suerte pocas veces. En este tipo de casos hay que llamar a la policia. Si, porque ser o ejercer de cerdo veterano es un delito. Las mujeres al borde de un ataque de cerdos deben llamar a los cuerpos de seguridad para que trasladen a estos especimenes a su hábitat natural: los zoológicos. La escala evolutiva nos muestra que a veces, y más de las que nos gustaría, el mono está muy por encima del machoman de medio pelo. Si me dan a elegir me quedo con Chewaka., que tierno!