Querida Barbie:
Yo no sé si me conoces pero hemos sido compañeras durante una época. Soy una muñequita tierna y agradable. Las niñas jugaban mucho conmigo y también he sido rubia, morena, pelirroja, asiática, negra, he sido princesa, bruja y una hada del bosque. Lo cierto es que cuando me presentaron en Valencia en 1979 nadie pensaba que me iba a vender tanto. Yo te escribo porque si alguna vez necesitas una amiga en quien apoyarte, cuenta conmigo, además, nunca hemos sido competencia por lo que nuestra amistad puede ser bien sincera. Por otra parte, espero que de vez en cuando me pases a Ken para jugar un poquito con él, ya que estás divorciada no creo que te importe. A mi Ken me da mucha pena, ¿sabes?, me parece un tanto injusto que te quedes con la casa y el coche y además te líes con un sufista australiano. Además, recuerdo que cuando dejaste de comer por tu separación, te pusiste muy triste, tanto que te volcaste en tu nuevo carrera de veterinaria, ¿o era de gimnasta?, ¿o de modelo?, ¿o de bailarina?, ¿o de doctora? Bueno, la verdad es que ahora no recuerdo muy bien, porque has tenido tantos trabajos y tan bonitos… has tenido tanta suerte... que hasta los diseñadores más cotizados han querido vestirte. Y es que eres tan bonita, tan delgada, tan esbelta y tan estilosa que eres la envidia de la tienda. A veces te miro desde mi estantería, y te sigo viendo triste. Debe ser que ni tu mansión ni tu deportivo te llenan como a mí mi taca taca. Y ahora, que ha pasado algún tiempo y el tío Mattel ha visto que Ken y tú no podéis estar siempre a la greña, quiere que volváis a ser amigos, pero ya es tarde. ¿Sabes Barbie? Ken se ha liado con Bratz, ella siempre ha sido muy fresca. Por aquí cuentan que no siempre te quieren porque haces crecer “demasiado rápido” a las niñas. Yo me pregunto porqué nunca has sido camarera, por ejemplo. Anita, que también juega conmigo, le dijo a su mamá el otro día que ella quería ganar mucho dinero para tener una casa y un coche como tú, dijo que lo del novio era lo de menos porque si algún día lo tenía luego le dejaría para quedarse con todo. Ya ves, Anita tiene siete años, ¿has visto que lista se ha hecho? Además, yo, que soy tu amiga y velo por tus intereses, me gustaría que comieras un poquito más, sabes que de lo contrario no podrás andar, porque no podrás mantenerte, además dejarías de menstruar y no podrías ser madre. Así que, querida muñequita linda, como amiga te recomiendo aumentar unos cuantos centímetros en tus proporciones y no coger el deportivo cuando vienes de esas locas fiestas en Beverly Hills, ya sabes que a Paris la han pillado varias veces. Bueno, espero que me respondas algún día y que podamos jugar juntas con Anita y más niñas siempre y cuando te quieras un poquito más a ti misma y empieces a pensar en cuidarte, por fuera y también por dentro.
Sinceramente,
Barriguitas.
2 comentarios:
jajajaja
Me he divertido un montón leyéndote, Marta.
Saludos, desde Andalucía.
Muchas gracias, voy a pasarme por tu blog ahora que le veo muy buena pinta.
Saludos
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