jueves, 6 de octubre de 2011

DE EXPECTATIVAS Y PROMESAS


Leí hace poco " no cumplió las expectativas y yo no cumpli las promesas. Trato justo". A partir de lanzarla a la gran red social por excelencia, se generó un debate que más que por su interés en cuanto a significado, derivó en una serie de hipotesis " pitagorianas" dignas de recrear en guiones de novelas propias de Muriel Barbery, y me perdone la autora de " La elegancia del erizo" por pretencioso que suene.

No sé si por su genialidad pero, conste, y a mi modo de ver, hubo nivel. Un amigo me respondió con otra pregunta " Y no hubo promesa de cumplir expectativas?.. O mejor aun, no hubo expectativa ante promesas incumplidas?". Entonces pensé, " ya la hemos liado". Y así fue.

Nunca es tarde para reflexionar, sobre todo con una cabeza como la mia a la que mi Cyrano de Bergerac califica como lavadora " mal falcada". Es decir, de esas que centrifugan y parece que pase un tsunami porque retumba todo a su alrededor.

Creo que
las expectativas y las promesas son una ecuación matemática harto complicada, y yo, amigo mio.. soy de letras. Mejor incumplo, y cuanto más incumplo, más cumplo las expectativas ajenas, de lo contrario, sorprendería, y eso, es un efecto excesivamente generoso.

Creí que con esto bastaba, pero no. Su repuesta fue que
mas que ecuación, una integral pues existía el factor tiempo para poder incumplir la variable de la promesa. Las expectativas, me dijo, no son mas que un deseo propio proyectado hacia una realidad ajena.

Y así, servidora, propensa a dar la última palabra, o, al menos intentarlo,contestó.

Si,puede que tenga razón, pero
me quedo con las letras. Sobre todo, porque la lógica aplastante me asusta, el todo tiene un por qué me agota, no hay ecuación que explique los tratos justos cuando ambas partes lo firman, ni variables que condicionen lo que ya está firmado.

En el caso contrario, en el caso de que una variable afectara y condicionara.. estaríamos hablando de otro trato. Me quedo en las letras mientras observo a los números, convencida de que algún dia, harán las paces con el abecedario de mi vida.

Y sólo por esto, admito que hubo más contestaciones y que no fui, por primera vez, la que habló la última. Reconozco que la teoría de la relatividad es aprobada por mi " yo emocional" más que por su fórmula, porque creo fervientemente en las percepciones de espacio y tiempo y todo lo que conlleva.
Eso si, no hay silogismo neperiano que me tumbe.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

probando probando

Elena de la peich dijo...

Verás Marta, yo de números tampoco soy pero en este caso no me hace falta ser ningun Leonhard Euler para entender tal afirmación y te voy a explicar porqué... con letras.
Ve a por un café... X-D

En caso de incertidumbre, una expectativa es lo que se considera lo más probable que suceda. Una expectativa, que es una suposición centrada en el futuro, puede o no ser realista. Un resultado menos ventajoso ocasiona una decepción, al menos generalmente. Si algo que pasa es completamente inesperado suele ser una sorpresa. Una expectativa sobre la conducta o desempeño de otra persona, expresada a esa persona, puede tener la naturaleza de una fuerte petición, o una orden, y no solo una sugerencia.

En psicología; la expectativa suele estar asociada la posibilidad razonable de que algo suceda. Para que sea expectativa tiene que haber, en general, algo que lo sustente. De lo contrario sería una simple esperanza que puede ser irracional o basarse en fe. La expectativa surge en casos de incertidumbre cuando aún no está confirmado lo que ocurrirá. La expectativa es aquello que se considera más probable que suceda, y es en definitiva de una suposición más o menos realista.

Si la expectativa no se cumple, el sujeto podría experimenta decepción. Sin embargo por lo general si la realidad supera las expectativas la persona podría sentir alegría por la sorpresa.

La expectativa está vinculada a las predicciones y previsiones, a mayor cantidad de certezas en el futuro mayor será la probabilidad de que se cumpla la expectativa.

A mi entender, cuando afirmas que "no cumplió las expectativas..." estás hablando en pasado, es decir que efectivamente no las cumplió, asunto cerrado, y al no cumplirlas se genera, como indico arriba, un sentimiento de decepción. Ese sentimiento provoca que no quieras cumplir las promesas, promesas que hablan de un futuro. Vamos... que no hay manos, no hay galletas!

Espero haber cumplido tus expectativas, si és así prométeme una ración extra de almejas.
Muaks!

Marta Arrufat dijo...

Me has dejado sin palabras.. y por ello tienes ración doble acompañada de un arroz caldoso con galeras.

CHAPEAU!!