miércoles, 8 de junio de 2011

DE VINO Y TÉ


Quería hoy escribir acerca del té y del vino. Basarme en un proverbio chino que he leido esta mañana y que dice " para que tú puedas beber vino en una copa que se encuentra llena de té, es necesario primero tirar el té, y entonces podrás servir y beber el vino".

Particularmente prefiero el vino al té. Y quería escribir acerca de este tema, porque siento la necesidad de ratificar y por qué no, gritar, que me gusta emborracharme de la vida y permanecer en estados de embriaguez vitales que tanto me llenan, pero que no me llenaban del todo porque hasta hoy, no me han dejado tirar el té.

Y hace escasos minutos, he recibido una carta. Una maravillosa carta anónima llena de aroma vinícola, pero que también lucha por echar los restos de té y por fin embriagarse.
Y ahora, que no tengo nada en contra del té, imagino la escena típica inglesa de orden y puntualidad, con la mesa bien puesta y las cabezas erguidas de los que alli se encuentran, bebiendo a sorbos la infusión de los colores. Y no puedo imaginar otra cosa porque la comparo con el vino. Mi mente me impide escenificar el té moruno, en una jaima y escuchando como hice antaño a " El Lebrijano y la Orquesta Andalusí de Tánger". No, hoy quiero verme vino.. como el anuncio. " Be wine, my friend".

Si puedo elegir, quisiera quedarme con el néctar del dios Baco, por intentar ejercer y mantener el hedonismo como filosofía de vida. Y si llego a ello, no encuentro más placer que reposar mi mirada en mi querido mar, mientras mantengo una imaginada conversación con Hemingway, por ejemplo, porque soy una mujer que lee y porque siempre existirá alguien que se vea protagonista de mis historias, sabiendo que corro el riesgo de que me espeten un " maldita sea, vete con tu Hemingway".Me refiero al artículo de Charles Warnke, " Sal con una chica que no lee" y en el que muchas de nosotras nos vemos reflejadas.

Así que hoy, más que un homenaje al vino en si, no hay más intención que brindar por aquellas personas que quieren vaciarse de té y poder llenar sus vasos de algo nuevo.
Gracias anónimo.


1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y que tal si bebiéramos vino con te? Casualmente entré a este blog luego de leer en un saquito de te, uno especial con naranja y pimienta de Jamaica, que sugerían prepararlo con vino. Me pareció algo novedoso y quise ver si en algún lugar se hace referencia a esta forma de tomarlo. Leyendo tu entrada noté que no te referías literalmente al vino o al te, así que voy a agregar entonces una nueva opción: vino con te.

Jero