martes, 2 de marzo de 2010

DALE LA ESPALDA


No me importa tu vida, sinceramente. No me importa porque quieres la mia, porque te gusta lo que vivo sin ser nada extraordinario.Intentaré darte algunos consejos que suelo seguir para que entiendas que no es tan dificil. Cuando te observen y sientas que alguna de esa mirada es sucia, nunca agaches y bajes el gesto, mantente firme, no hagas muecas. Tampoco desafies, quizás quien lo esté haciendo trate de adivinarte sin tu permiso. Dale la espalda.
Cuando sientas que en alguna conversación tu imagen pueda salir dañada, finge que no escuchas.Quizás quien lo haga trata de adivinar por qué su vida es mas pobre que la tuya. Dale la espalda.
Cuando sientas que no es de los mejores dias que has tenido, porque alguien te vió sonreir e intentó por todos los medios que no lo hicieras y quisó provocar en ti el enfado sin razón, quizás trata de adivinar por qué te resulta más facil levantarte ante él y seguir. Dale la espalda.
Dale la espalda al ingrato, al ruin, al mentiroso y al ladrón. Dale la espalda al frio y al calculador. Dale la espalda sin que se note y mientras lo hagas ve aprendiendo. Será cuando entonces sientas compasión y quieras recogerlo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Sin compasión!
No la merecen.

Marta Arrufat dijo...

Joan, siempre he pensado que la compasión, tras la indeferencia es el peor sentimiento que puedes tener hacia una persona.. lo que me hace pensar que al final, nadie merece la compasíón, es horrible.

Anónimo dijo...

Me parece un texto precioso. Duro, pero soberbio.

Maldita Airam