JOAN

" Maternidad" de Chelo Lera

Viniste corriendo, te agarraste a mi rodilla y entonces me dijiste " agua". Tía Mavi se preguntaba en voz alta si eras un ángel, hasta el día que te cambió el pañal y levantando la ceja con ese punto cómico que me encanta me dijo " ahora ya sabemos que no lo es". Es el amor de tía, el cariño que se crece bajo esa conexión inexplicable, quizás porque fue la primera a la que viste. Me pediste agua y mientras te alcanzaba el botellín, pensaba en que tan sólo hace veinte meses nos encontrábamos en un quirófano, José Antonio, el médico, Tía Mavi y por supuesto yo, que para algo soy tu madre y me pasé largo rato con los dos hablando sobre lo divino y lo humano a la espera de tu llegada. Y ahí estábamos, " menda y lerenda", preguntado si eras rubio, moreno o tenías cabeza cono. José Antonio comentaba que era de las situaciones más absurdas que ha vivido durante más de treinta años de oficio. Que no era normal que la parturienta se limitara a pedir un bocadillo de jamón, si ésa era yo, y que la acompañante ejerciera de ayudante del " Dr. House". " José Antonio, ¿ pero ya lo ves?, ¿ es rubio o moreno?", las dos acechábamos a preguntas cuando el Mister con tono aparentemente serio y mirándonos sin creer del todo que lo que se cocía allí fuera un parto espetó un " Mavi y Marta, por favor, un poquito de concentración, si no os gusta en el armario tenemos uno de recambio, instrucciones incluidas."
Y ahora ya me pides agua, y me acuerdo cuando " tata la india" te hacía bailes extraños para hacerte sonreír, y eso, no es nada difícil. Siempre lo haces, te gusta la gente y a mi me gusta que te guste, porque ahí es dónde me doy cuenta que he dejado un semilla. Ayer me pediste agua y conforme transcurra el tiempo más y más cosas. Así será y así es, que tu madre estará siempre para darte agua y tus tías para hacerte sonreír en los momentos que advirtamos que falta luz. Así es y así será.