miércoles, 15 de octubre de 2008

EL JUDIO TITIRITERO


Ocurrió hace mucho tiempo. Se mudaba a una nueva vida. Recogía las cajas que albergaban sus recuerdos de una época en la que Paris fue su casa. Dejaba su piso de soltero en el centro de la ciudad. Entró por útlima vez y se sentó en el sillón verde manzana que contrastaba con el escaso mobiliario. La estantería perfectamente encuadrada en la esquina.. y su libro. Ese libro que le hizo ver que a veces las cosas no son lo que parecen. " Nada es lo que parece", se decía, "ni siquiera un sombrero". Ese dibujo le gustaba , la forma de una boa que se había tragado un elefante. En más de una ocasión sintió que El Principito lo acompañaba a adentrarse en la boca de la serpiente. Cerro los ojos y volvió.
Fueron tres años intensos, gente de todo tipo pasaba por su vida, amores impregnados por una juventud poco acomodada. Y ahi andaba, buscándose la vida por las callejuelas en las que se podía respirar el aroma de la revolución, la libertad gritada por el gallo.
De repente abrió los ojos. Frunció el ceño y disparó algunos insultos. El ruido de las canicas del niño del vecino le había interrumpido en su viaje. Se levantó dirigiéndose hacia el escritorio para comprobar que no olvidaba nada en los cajones que tantas cartas secretas guardaron. Allí estaba, a la vista era un simple papel. Y entonces leyó. Por primera vez en su vida se alegraba del ruido provocado por el vecino. Era una multa, pero era especial. Fue en el metro de Paris. Contaba historias a través de sus muñecos mientras los transeuntes pasaban delante de él sin observar la magia del gorgorito. Se acercó un policia y le pidió los papeles. " Benito Camela, me llamo Benito Camela". Viendo que el uniforme no aportaba inteligencia al gendarme, el señor apuntó los datos del titiritero. Desde entonces la guarda con cariño y lo cuenta como anécdota. Siguió recogiendo. Mientras lo hacía, tarareaba la milonga del moro judio.


"Por cada muro un lamento en Jerusalén la dorada y mil vidas malgastadas por cada mandamiento. Yo soy polvo de tu viento y aunque sangro de tu herida, y cada piedra querida guarda mi amor más profundo, no hay una piedra en el mundo que valga lo que una vida. Yo soy un moro judío que vive con los cristianos, no sé que Dios es el mío, ni cuales son mis hermanos.

El principito, sonreía.




Jorge Drexler es el autor de la canción titulada " Milonga del moro judío"



14 comentarios:

Más claro, agua dijo...

Hubo un tiempo en Madrid en el que el hambre fue mi compañera habitual. Para ponerle los cuernos, iba al Retiro, ocupaba un banco junto al estanque, desplegaba un cartón con la leyenda "Cuentacuentos" y esperaba a que un puñado de curiosos rodeara mi sombra.

No sólo nunca me pusieron una multa sino que, en una ocasión, un patrullero me dio veinte duros porque el héroe del relato le había evocado algún pasaje de su juventud...

Flipo en octarino dijo...

Cuantas vidas, cuantos mundos, cuantos corazones llenos de tangos...
... No hay muerto que no me duela, no hay un bando ganador, no hay nada más que dolor y otra vida que se vuela....

Anónimo dijo...

Una multa de grato recuerdo, para que después digamos de los agentes del orden...
Ah! I sí, et miro amb bons ulls, com no. Però la culpa és només teva, per escriure com ho fas. Assumeix la teva responsabilitat!!!

diariodeunamujersola dijo...

cuando vives cada minuto como si fuese el ultimo es cuando la vida es mas divertida...cuando nada te da miedo...cuando todo es una aventura...esa fuerza que con los años perdemos y nos resignamos a vivir como se espera que vivamos..... mas no como quiza queremos....yo quiero ser titiritero
besitos marta un texto fantastico

Marta Arrufat dijo...

Eduardo, si es que tú eres una anécdota andante. A mí es que me da hasta " `palo" porque cuando oigo esta historias que teneis me hago pequeñita. Un beso Mister.

Flipo, si es que no podía faltar el comentario de una tanguera a muerte! Mis amigos de por ashá me cuentan que el tango es negro, viste? si es que no lo podés remediar, nos cantan la tristeza al oido y tenemos que agarrar la remera del frio que nos entra y lo pelotudas que nos ponemos. Para calentar... hace un mate?

Joan,
Grácies, grácies i grácies, no et puc dir res més, encara que em diguis que es la meva responsabilitat penso que... em mires amb bons ulls, i aixó está molt be! clar que si! petons als tres i especialment al Jofre... ho has probat aixó de la magdalena?jajaja

Marta Arrufat dijo...

Uf, Diario, lo que no se yo es si el titiritero vivia así porque tenía esa opción o porque simplemente no tuvo más remedio. Es complicado saber cuando haces las cosas, si las haces porque simplemente no tienes miedo a hacerlas o porque sencillamente crees que no tienes nada que perder. Aun así y pese a que con el paso de los años las cirunctancias difieren, en algún momento siempre puedes sacar a ese titiritero que llevas dentro... no crees?

Anónimo dijo...

...hoy leo sillones por todas partes...necesito sentarme un rato...voy al mío.

Kisses!

Marta Arrufat dijo...

Alex,
aprovecha y sientaté, espero que tu sillón ni sea verde manzana ni sea viejo... ja ja ja ( te puedo asegurar que mientras te escribo me estoy riendo porque estaba hablando ahora con Diario de tu comentario). Relax, tú que puedes!

Belén dijo...

Los titiriteros siempre han tenido fama de ser simpáticos y estar con los niños,pero cuando gastan ,ala leche lo hacen sin fin, en serio!

Besicos

Marta Arrufat dijo...

Belén, quieres decir? por lo que percibo veo que conoces a alguno..
Besicos

Raúl dijo...

Fantástico texto, Marta. Se me antoja más críptico y profundo que lo que tras una primera lectura aparenta.
En cuanto a la relación entre inteligencia y uniforme, resulta imposible, vecina.

Marta Arrufat dijo...

Querido Raul,
muchisimas gracias, buena apreciación, no sé si es críptico cara al lector pero si profundo pues se trata de una persona a la que conozco. Bueno vecino, espero que aproveches estos veraniegos dias de otoño con tus chanclas para pasear por esta fantástica playa que tenemos. Un beso.

Landahlauts dijo...

Fíjate, seguro que cuando le pusieron la multa le pareció una tragedia... y el paso del tiempo ha hecho que algo tan frío como ese papel le evoque uno de sus mejores recuerdos.

Saludos, Marta y bon cap de setmana.

Marta Arrufat dijo...

Pues si, Landa, el paso del tiempo hace que veas las cosas desde otro prisma, y lo que te pareció malo ya no lo ves tan malo. Bon cap de setmana també.