"Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: los sueños salían del pelo y se iban al aire." Eduardo Galeano
martes, 26 de abril de 2011
EL PSICÓLOGO QUE LLEVAMOS DENTRO
La mayoría de veces no somos conscientes de las auténticas gilipolleces que llegamos a decir con tal de llenar el silencio cuando un amig@ necesita un consejo, o creemos que lo necesita. Ni contamos ni somos conscientes de que ni siquiera nosotros somos capaces de predicar con el ejemplo. Pecamos de sacar a ese " psicólogo" que todos llevamos dentro, dando lecciones de vida, de métodos varios para superar un bache, de cómo enfrentarse al problema que nos preopcupa e incluso a veces no nos deja conciliar el sueño. Si hay algo, que, desde mi humilde opinión funciona, y no siempre, es la autocrítica, el análisis a uno mismo, tarea harto complicada ya que usualmente solemos acudir al, o a la profesional, a fin de evitar la excursión por nuestra " psique". Si, cierto, " jode" tener que verse.
Quien no haya caído en la piscología barata, en la de " supermercado", construyendo teorías acerca de lo que le ocurre al vecino o a la amiga, es una excepción.
Yo no sé, pongo por caso, cómo se cura un mal de amores y dudo de la teoría sobre las manchas de mora, esa que dice " una mancha de mora con otra verde se quita" que viene a decir lo mismo que " a rey muerto, rey puesto". El refranero popular está lleno de consejos basados, supongo, en realidades ocurridas a lo largo de la historia de la humanidad, pero ni todos los reyes comen moras ni todas las manchas son verdes. Con esto puede que muestre mi pesimismo en la superación de los dolores malditos del alma," que el tiempo todo lo cura y que hay que pasar el duelo". Cada vez que he oido este " consejillo" me han entrado ganas de espetar un " a la mierda el duelo y el tiempo". Que a nadie nos gusta que nos duela, pero cuando escuece lo menos interesante es retorcerse en la " operación luto" algo parecido a la operación " malaya" pero con extrema corrupción, falsificación de sentimientos y con el doble añadido de premeditación y alevosía.
Cada un@ hace lo que puede y como buenamente se le permite. Así que respeten mi espacio corrupto cambiando las moras por melocotones. Veremos qué tal nos funciona.
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